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domingo, 31 de marzo de 2013

Inca Garcilaso iniciador de la literatura infantil y juvenil de América


Por Danilo Sánchez Lihon
Fuente: Lima, abril 2008
danilosanchezlihon.blogspot.com

“El amor mueve al sol y a las demás estrellas”.Dante Aligheri

1. Fundador de la literatura infantil en América

Reconocemos y destacamos al Inca Garcilaso de la Vega como el iniciador de la literatura infantil y juvenil del Perú y América, sin tomar en cuenta en esta apreciación el caudal vigoroso de la literatura folclórica apta para niños y jóvenes que constituye el rico legado recibido de nuestros antepasados y cuya sabia sigue fecundando el árbol del presente y el bosque de la literatura infantil y juvenil del futuro.
Porque con los relatos que el Inca Garcilaso de la Vega hizo e incorporó en los Comentarios Reales de los Incas, deja fundado este ámbito con narraciones que en su mayor proporción constituyen recuerdos de infancia y de juventud, pero también en donde se entremezcla la crónica histórica con la imaginación, la aventura y el fino humor.
Por algo José de la Riva Agüero apuntó que los Comentarios Reales de los Incas inicia el género literario de los recuerdos infantiles que creemos tan moderno. Anotación certera y precursora, derivada en parte de lo que el mismo Garcilaso revela al contarnos que lo dicho en este libro lo “mamó” en la leche materna
Y es que fue así. Buena parte de los Comentarios Reales de los Incas están escritos en base a las tradiciones que los indios contaban a Garcilaso cuando era niño.
Como él mismo lo declara, su crónica no es más que la transmisión fiel de la tradición oral de los Incas que él escuchó en brazos de sus ancestros y que oyó en sus “niñeces” a su madre, hermanos, tíos y otros mayores que rodearon su mundo infantil en la ciudad del Cuzco.

2. Inspirados en la visión de futuro
Señalamos al Inca Garcilaso de la Vega como el iniciador de la literatura infantil y juvenil del Perú y América por las siguientes razones que se agregan a los argumentos ya expresados:
a) Es el primer mestizo, el producto glorioso de una nueva raza, el hijo de un capitán español y de una ñusta o princesa incaica. Y como tal el punto de encuentro y de partida de todo lo auroral, alentador, positivo y trascendente en el nuevo mundo.
b) Porque el nacimiento de la literatura infantil en América no puede tenerlo un autor que no recoja el aporte del folclore y de las raíces genuinas de nuestra identidad más germinal, porque de lo contrario significaría desconocer siglos de historia y cultura.
c) Porque su obra fue escrita para los nuevos hombres de estas latitudes, para los hombres del futuro, en donde tienen lugar preferente los niños y los jóvenes.
d) Porque en su obra está no solo la semilla sino el brote de todo lo significativo que ha de crecer después o más tarde en estos ámbitos, en primer término el anhelo de ser una patria con identidad y pertenencia a nuestras raíces fundacionales.
e) Porque hay escritores inmediatamente posteriores, de la época de la colonia y después de los inicios de la época republicana de nuestros países, que escribieron inspirados en la visión de futuro, tal y cómo lo soñó Garcilaso.

3. Con la más fina fantasía infantil
Los Comentarios Reales de los Incas no solo es una obra escrita con una “visión de infancia”, sino que por su amenidad, intimidad y limpidez, es un acervo que contiene numerosas páginas que los niños han hecho suyas.
Ello corrobora la naturaleza de la obra de estar concebida, sentida y pensada desde una perspectiva primigenia y auroral, como son los niños y jóvenes.
Es sintomático incluso cómo partes importantes de este libro han sido reunidas por Raúl Porras Barrenechea y presentadas como Recuerdos de infancia y juventud.
Hay en los Comentarios Reales de los incas, intercalados con hechos y eventos históricos, relatos tales que parecieran escritos con la más fina fantasía infantil.
Así por ejemplo los sucesos: “De un caso extraño que pasó en el valle de Hacarí” o “La aventura de Rodríguez Niño y los galeotes, que narra las peripecias de un personaje a quien encomendaron partir a España con un gran número de galeotes y éstos se le fueron perdiendo a lo largo del camino.
Narraciones como éstas hay varias que el autor declara que las ha intercalado “para distraer y no hacer la lectura monótona”.

4. Extraordinaria similitud
Señalaremos como pieza simbólica de este momento en el desarrollo de la literatura infantil, la historia de Pedro Serrano que nos cuenta Garcilaso casi al iniciar los Comentarios…, muy significativamente cuando trata de “La descripción del Perú”.
Esta historia narra de la peripecias de un náufrago en una isla del Caribe, que además de ser sumamente amena guarda una extraordinaria similitud con el Robinson Crusoe de Daniel Defoe, escrito 110 años después en Inglaterra.
Parecido tal ha hecho suponer a algunos estudiosos que Defoe escribió sobre la base de la obra de Garcilaso, quien nos narra que la historia la oyó contar a García Sánchez Figueroa, quien conoció a Pedro Serrano y certificaba que lo había oído contar a él mismo.
Garcilaso lo cuenta a propósito de explicar por qué algunas islas del Caribe llevan el nombre de Serrana y Serranilla como consecuencia de este suceso curioso, pleno de suspenso y emoción.

5. Mestizaje e identidad
El Inca Garcilaso de la Vega nació el 12 de abril de 1539 en el Cuzco, capital del imperio de los Incas, el Tahuantinsuyo, en el Perú, y murió el 23 de abril de 1616 en Córdova, España.
En vida fue admirado unánimemente y se dijo de él: “Príncipe de los escritores del nuevo mundo”. Y después: “El americano más insigne de la colonia”. Alternó con Luis de Góngora y con don Miguel de Cervantes, con quienes mantuvo mutua estimación.
El significado actual de su vida y de su obra es inmenso no solo porque hace viva la grandeza del imperio de los incas sino porque en el reclamo de una humanidad al borde del colapso y que se debate en una encrucijada, su evocación alcanza a constituir un referente y un paradigma para buscar y encontrar nuevos caminos y atajos y ellos son fundar una sociedad sobre nuevos y recientes valores.
En ella cobran vigencia los principios andinos y resalta la ejemplaridad del modelo social que forjaron los incas. Tomando en cuenta lo que ellos pusieron en uso, es cómo solucionaremos los problemas del presente, en aspectos como la sana cultura alimentaria, la previsión social, el cuidado y respeto del bien común, el cuidado del medio ambiente.
Y es que, con la irrupción española, consecuencia del proceso de conquista, se destruyó un orden admirable que Garcilaso revive y reconstruye, al ser educado por los amautas cusqueños quienes no exentos de tristeza acababan su conversación en llanto diciendo: “Trocose el reinar en vasallaje”.
Con él se da inicio a una nueva etapa en el proceso de la identidad en nuestro continente, considerándosele en este proceso como el primer mestizo espiritual de América.

6. Los incas gobernaron a su pueblo
Hay múltiples facetas en las cuales el Inca Garcilaso de la Vega es paradigma: como cuando nos plantea el problema vasto y hondo de la identidad. Y del mestizaje, tan visible y conturbado.
Y otro más palmario, hasta el punto de ser desgarramiento en el presente, cual es el ser migrante; aquel que se aleja de su tierra para vivir en otra ajena, evocando sin descanso su lar de origen, con nostalgia que oprime, con tristeza que agobia y tendiendo quizá hasta los brazos en dirección del hogar nativo, anhelando en el alma siempre volver.
Él intentó el regreso el año 1563. No lo cumplió en efectivo, pero sí lo hizo escribiendo, sublimando así un retorno que cada vez se fue aplazando más y más hasta el infinito.
Su obra es clave para el presente, a fin de obrar sobre la realidad con aquellos valores que sólo el Perú alcanzó a realizar en el mundo: el de una sociedad solidaria y fraterna.
Esto fue tan conmovedor comprobarlo incluso por quienes lo avasallaron, que en el testamento subrepticio de un soldado de la conquista del Perú encontramos este apunte que debe ser un ideario de lo que hay que restituir, así como preceptos para una autoridad o un gobernante genuino del presente que quisiera erigirse sobre los despojos y refundar aquí aquella utopía. Aquel soldado al hacer una reflexión sobre la cultura y la sociedad que ellos lamentablemente destruyeron, anota en su legajo final:
“los incas gobernaron a sus pueblos de tal manera que no había ni un ladrón, ni un hombre vicioso, ni una mujer adúltera o de mala vida”.

7. La más rica y feliz
Abundando en este sentido: Tenemos por ejemplo que los ejércitos del inca jamás hicieron pillaje, ni incendiaron aldeas, ni violaron mujeres, ni remataron heridos, ni impusieron cupos a las poblaciones vencidas.
Eran ejércitos morales, donde no hubo el “repaso” ultimando a los hombres caídos en batalla ni a las mujeres que los socorrían, que ni siquiera eran militares sino civiles.
Los ejércitos del inca persuadían, enviaban ofrendas de paz y solo cuando era inevitable la utilización de la fuerza estaban atentos a cualquier gesto de dar paso al entendimiento.
En vez de arrasar, quemar, hacer esclavos, rendían culto a los dioses del lugar, enaltecían a sus autoridades, rendían pleitesía a sus costumbres.
Celebraban fiestas en honor de los pueblos anexados y trazaban un plan de obras públicas para dotar de agua, caminos, edificios y templos a las poblaciones que encontraban a su paso.
“Es tan afortunado por naturaleza este nuevo mundo que no tiene cosa mala, porque su cielo es benévolo, su aire apacible, su agua saludable y su tierra fértil... La tierra del Perú es la más rica y feliz que conoce el mundo”.

8. La gesta de Túpac Amaru la embrionó el Inca Garcilaso de la Vega
Pero hay una dimensión del influjo del Inca Garcilaso de la Vega en la praxis y en la acción en donde se comprueba los alcances que pueden tener una visión y una obra concreta:
Nos referimos a la inspiración que tuvieron los Comentarios Reales de los Incas en la gesta emancipadora que encabezara Túpac Amaru II en 1780 y que estallara en el sur del Perú, la lucha por alcanzar justicia social e independencia en nuestro país, en aquel entonces bajo dominio del yugo español.
Grito de rebelión que significó la victoria del ejército rebelde venciendo en Tungasuca al ejército español acantonado en el Cusco, el apresamiento y ejecución del corregidor Aliaga y donde se expidió dictamen del famoso "Bando de Libertad", liberando a los "esclavos" de todas 'las razas', adelantándose casi en cien años a Abraham Lincoln.
El punto de la mayor significación en este suceso es la estrecha ligazón que tuvo este levantamiento con los Comentarios Reales… del Inca Garcilaso de la Vega, obra de la cual Túpac Amaru fue asiduo lector y que influyó en él sabiamente.
El historiador José Durand anota: "Hasta diríamos que en los Comentarios reales… se halla la Biblia secreta de esa revolución".
Lo demuestra el hecho de que antes de que se cumpliera un año de haber capturado y dado muerte a Túpac Amaru, el Rey de España firmó en Aranjuez la resolución que prohibía la circulación de los Comentarios Reales…, porque en él:
"han aprendido esos naturales muchas cosas perjudiciales", entre otras: "conservar la memoria de sus antiguos gentiles...", y porque "les da derecho a ser nobles y apellidarse Inca".

9. La escuela del triunfo
Pero la reflexión más significativa que nos plantean estos acontecimientos históricos y estas figuras precursoras, es sobre dos temas de enorme vigencia cuales son el del mestizaje y el de la identidad; fundamentos acerca de los cuales el Inca Garcilaso de la Vega y Túpac Amaru constituyen símbolos egregios.
El levantamiento de Túpac Amaru se hizo reivindicando a todas las razas y dicha sublevación fue para afirmar el derecho y el deber que tenía la gente originaria de este suelo a gobernarse por sí misma.
Túpac Amaru y Garcilaso nos enseñan lo que debemos ser y tener: lo primero, es un saber ser mestizos y, segundo, un saber tener identidad; mestizaje que en vez de ser una desventaja es una gran virtud, pues supone ser y contener la mayor riqueza biológica y cultural.
El maestro mexicano José Vasconcelos proclamó el mestizaje como "raza cósmica"; es decir: fuerte, colosal, poderosa; que cohesionaba a los pueblos, símbolo de la igualdad, de la democracia y de la fe en el futuro del hombre.
Pero, además de saber quiénes somos, hay que identificarnos con aquello que debemos seguir siendo por imperativo moral; es decir, asumir nuestro destino, defenderlo y quererlo, que es lo que nos enseñan Túpac Amaru y el Inca Garcilaso, quienes al decir de Don Jorge Basadre:"hicieron de la negación y el fracaso, la escuela del triunfo".

10. Amar la verdad, amar la honradez y amar el trabajo
En la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde descansan los restos del Inca Garcilaso de la Vega, yace grabada la lápida esta inscripción:
"El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Cápac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció a 23 de abril de MDCXVI."
En el movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, que realizará entre el 16 y 18 de mayo del 2008 el Noveno Encuentro y peregrinaje al pueblo natal del poeta insigne, buscamos concretar la utopía andina que Garcilaso rememora, cual es que toda nuestra ilusión y esperanza, sueños y anhelos lo instalemos aquí.
Que es moral que modelemos una escultura aquí, que un modelo social lo concibamos aquí, que una obra literaria lo inspire el anhelo de idear y forjar la esperanza aquí, no importando sino haciendo que las cosas surjan auténticamente, por lo cual propugnamos los principios incaicos de amar la honradez, amar la verdad, amar el trabajo. Ama sua, ama llulla, ama quella.